¿Podemos hablar de suicidio?

Hablar de suicidio nunca es fácil, pero es necesario. Las cifras son duras y frías, pero detrás de cada número hay personas reales, familias que quedan desorientadas, llenas de dolor, de preguntas sin respuesta, de culpa y de silencio. Cada suicidio refleja un sufrimiento emocional profundo, una experiencia de desesperanza en la que alguien no pudo encontrar otra salida.

Desactivando el piloto automático

A un hombre se le pincha la rueda del coche al atardecer en una carretera secundaria mientras circulaba en busca de una estación de servicio y cuando se dispone a cambiar la rueda, con las manos llenas de grasa tras haber explorado el neumático, se da cuenta de que no tiene gato.

La cara B de la maternidad

La idea de que que el proceso maternal hace que la mujer alcance su plenitud, es un constructo cultural arraigado desde la infancia por los agentes sociales, como son la familia y el entorno social. Acompañando al concepto de maternidad, surgen inmediatamente asociados los de felicidad y realización, presentando esta etapa como algo maravilloso y sin complicaciones.

Cuidarse para cuidar. La necesidad de prestarnos atención como profesionales de la ayuda.

Ejerzo una profesión fascinante y bella. Acompañar a alguien que se encuentra mal, a sentirse mejor es tremendamente gratificante, tanto que en nuestro deseo de ayudar a sanar a los demás podemos olvidarnos de nosotros mismos, no hay que dejar de lado que más allá de profesionales también somos personas; personas en constante contacto con el malestar y el dolor ajeno, cuando no con sus traumas.

Reflexiones sobre niñofobia

Esta mañana he visto algo en el metro que me tiene media mañana dándole vueltas. Y me ha llevado a estas reflexiones que os comparto. Evidentemente son personales y se basan única y exclusivamente en mis apreciaciones totalmente subjetivas.

El árbol que no sabía quien era

Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,… Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos.

Cuento de las pelusas calientes, Claude Steiner

Hoy os quiero compartir un cuento escrito por Claude Steiner, Doctor en psicología, discípulo y colega de Eric Berne (creador del Análisis transaccional). Este cuento lo conocí en una de mis formaciones y de vez en cuando me gusta releerlo, me gusta recordar que quiero y necesito «pelusas calientes», abrazos, mimos, complicidad, intimidad. A parte de una crisis económica, estamos en una crisis emocional, crisis de solidaridad, de empatía, en definitiva, de afectos sinceros y de abrazos reconfortantes.