Psiconutrición: la importancia del trabajo conjunto.
Te preguntarás que es este nuevo término. Tal vez sea la primera vez que lo escuchas o algo que te viene sonando e incluso has llegado a mencionarlo sin saber bien de qué se trata.
La psiconutrición es la combinación de la terapia nutricional y la psicológica con la finalidad de hacer un acompañamiento que resulte más enriquecedor y efectivo para el paciente. Este acompañamiento viene de dos figuras diferentes que son psicólogo/a y nutricionista o de la misma persona en el caso de contar con ambas formaciones.
Este enfoque conjunto nos permite realizar una labor más profunda de los problemas que pueda tener una persona en relación con su alimentación. El trabajo en equipo, que puede requerir dos profesionales, en este caso hablamos de psicología y nutrición, pero podría además contar con otras figuras como pueden ser médicos/as, entrenadores/as, enfermeras/os…nos permite disponer de más recursos a la hora de abordad el problema, objetivo o las dificultades que se van presentando a la hora de poner en práctica las pautas que marca el tratamiento.
Teniendo en cuenta, además, que la finalidad del tratamiento nutricional es que los cambios se mantengan en el tiempo, por lo general, llevar esto a cabo afecta o compromete a diferentes áreas de la vida de una persona. Con este tipo de enfoque, se pueden ir trabajando estas áreas a la vez.
No tenemos ninguna duda de que “cuatro ojos ven más que dos” y, por lo tanto, aunar estas dos disciplinas nos permite observar desde una perspectiva más amplia y compleja, por lo tanto, con más posibilidades de éxito.
Si a esto le sumamos que comer es mucho más que alimentarse o nutrirse y que el alimento acarrea un componente hedónico que no podemos ignorar, todo cobra mucho más sentido puesto que las emociones se cuelan constantemente y de forma muchas veces inconsciente en nuestras elecciones alimentarias. En nuestra forma de comer también hay una historia y una herencia que puede explicar comportamientos. Decimos entonces, que nuestra relación alimentaria es multifactorial.
Considerar que lo ideal es abordar el tratamiento nutricional en conjunto con la terapia no significa que detrás de una mala relación con la comida haya siempre un problema psicológico o un trauma. A veces simplemente se trata de desconocimiento, falta de recursos o de organización y optimización del tiempo. Esto es algo que, lógicamente, se tiene en cuenta para adaptar el tratamiento a la situación de cada caso en particular.
¿Es imprescindible entonces tratar temas de nutrición con terapia psicológica?
No es imprescindible. Si aún no estás preparada o no puedes acceder a ambos tratamientos por el motivo que sea, se puede trabajar de forma individual o exclusiva la alimentación.
En cualquier caso, te recomendamos que el acompañamiento nutricional que elijas sea compasivo y respetuoso, tanto con tu historia personal, tus gustos y necesidades, como con estilo de vida. Que se adapte a ti y sea un espacio libre de juicios, en el que puedas expresar tus dificultades e intereses sin temor.
El cambio de hábitos es un proceso complejo que requiere paciencia y mucha consciencia. Comer mejor no solo depende de qué y cuánto nos llevamos a la boca, sino también de cómo lo hacemos y de qué otros hábitos de salud acompañan esa alimentación como pueden ser el movimiento, el descanso, las relaciones interpersonales o la relación con nuestro propio cuerpo.
En consulta de nutrición se debería hablar mucho, preguntar mucho y practicar la escucha activa. Una escucha en ambas direcciones, profesional-paciente y viceversa, pero sobre todo aprender una escucha interna que seguramente está perdida. Enseñar a las personas que acompañamos a hacerse muchas preguntas para poner el foco en el interior y volver a conectar con sus necesidades reales. Aprender a integrar el error, cuestionar el perfeccionismo y los mandatos sociales. Revisar prioridades y observar cuestiones que pueden estar influyendo en las elecciones alimentarias.
Tu consulta de nutrición debería ser un espacio en el que puedas sentirte libre y sin culpas. Donde, a pesar de tener un objetivo de pérdida o ganancia de peso, no sea sólo eso de lo que se habla y en lo que se sustenta la efectividad del tratamiento.
Si estás pensando en un acompañamiento nutricional, independientemente del objetivo que quieras conseguir, recuerda que es importante que te comprendan, te escuchen y te escuches a ti mismo/a.
Si necesitas un acompañamiento psiconutricional, puedes contar con nosotras.
Texto escrito por Mariana Álvarez.